domingo, 27 de mayo de 2007

Sexo, mentiras y politicos


Con mi alegria por como el pueblo de Madrid ha reconocido y apoyado la labor de su alcalde.
Foto: cgtchiapas.org, Texto: coautor eolapaz.com

Drudu no vota. Es uno más de los casi 937.000 adultos que viven en España en situación irregular según varias ONG, y que tienen por ello mermados el ejercicio de muchos de sus derechos, por ejemplo el de sufragio. Un tema de planteamiento sencillo, pero de resolución compleja, entre otras cosas porque parece un asunto menor en el debate político, algo no prioritario, como tampoco lo son los servicios sociales, la educación o las infraestructuras. En primer lugar porque de esas personas, y de parte de esos temas, se encargan la iglesia y las organizaciones no gubernamentales. En segundo porque para la clase política hay otras prioridades. y a las muestras me remito. Es de sobra conocido el escándalo desatado por las preguntas de Miguel Sebastián a Ruiz Gallardon en un debate televisivo. Lo que posiblemente no sea tan conocido es el trasfondo y las intencionalidades de la maniobra. Nadie debería extrañarse de que un candidato a la alcaldía de una ciudad tan importante, solicitara de su contrincante, y alcalde en funciones, información sobre las razones que han llevado al ayuntamiento a desdecirse en sus decisiones, y las de la Comunidad de Madrid sobre el permiso de rehabilitación de los palacios de Villagonzalo y Tepa, edificios protegidos de la capital, y del intento de hacer lo propio con el frontón Beti-Jai, una de las joyas del arquitecto vasco Joaquín Rucoba, creador del Teatro Arriaga de Bilbao. Aunque en este último caso la fortuna no sonrió a Corulla, lo cierto es que la sociedad Condeor S.L., tras la que se esconde, supuestamente, un holding de empresarios vascos, que buscan el anonimato por seguridad, y de la que Corulla era administradora única, obtuvo licencias y permisos en varios edificios singulares de Madrid, contraviniendo las decisiones de las comisiones de patrimonio, o aligerando los trámites habituales en estos casos. Más aun, nadie ha aclarado todavía por que el Ayuntamiento, a través de la gerente de urbanismo Beatriz Lobón, decidió el 14 de julio de 2004, y por escrito, expropiar el Beti-Jai, para cambiar de opinión el 13 de febrero de este año, cuando Pilar Martínez, concejala de urbanismo anunció que se iba a solucionar el tema mediante un convenio amistoso con los dueños. Dueños que de pronto cambiaron, con la entrada en juego de la sociedad Aguirene, una sociedad vasca que se hacia depositaria de las acciones y derechos de Desarrollo Beti-Jai S.L. y Nuevo Beti-Jai, dos sociedades instrumentales, al igual que Aguirene. Y tampoco nadie se preguntó en todo este baile de empresas, quien era Proinsa, la dueña real de Aguirene, con sede en la Plaza de Muragame 4 de Donosti, y cuya representante legal en Madrid es Montserrat Corulla, visitante habitual de la gerencia de urbanismo madrileña, cuyas puertas se abrían sin dificultad al grito de “soy amiga de Alberto”.
Con todo eso, la pregunta de Sebastián no parece ociosa o malévola. Pero lo era. Era intrincadamente perversa. Hasta el punto, de que su partido, lejos de apoyarle se ha desmarcado de él. Hasta el punto de que el diario ABC le ha desautorizado en público, retirando su blog de campaña de sus páginas. Hasta el punto de que el diario El País ha mostrado una inusual, aséptica y distante política informativa sobre el tema, evitando hacer sangre de un tema, aparentemente, muy rentable. Ni siquiera los enemigos de Gallardón se impulsaron en el hecho constatable de que su nombre aparece en el sumario “malaya”, en forma de conversaciones telefónicas grabadas, aunque parte de ellas hayan sido retiradas del caso, por pertenecer a temas privados y personales del alcalde con Corulla, ajenos por tanto, al caso.La explicación de estos comportamientos es compleja, y no del todo aclarada. Pero cuando menos curiosa e inquietante. Tanto como el hecho de que el PSOE no había hecho en los últimos dos años grandes esfuerzos por aclarar este tema inmobiliario, ni en la asamblea, ni en el ayuntamiento. Y ahora tampoco.Tan inquietante como la leyenda urbana que afirma que el 30 de octubre del año 2005, Alberto Ruiz Gallardon, Montserrat Corulla y otra dama, cenaban tranquilamente, en el Harry´s Bar de Venecia. En esa cena, un avispado paparazzi obtuvo fotos comprometedoras ( a la luz de lo que vino después) que nunca vieron la luz (de hecho hasta ahora el gran público y los periodistas desconocían el aspecto de Corulla). La leyenda vincula la desaparición de ese material y de esa noticia a un esforzado movimiento de PRISA para proteger al alcalde. ¿Por qué?. Según el inefable Federico Jiménez Losantos porque "Gallardon es la quinta columna de la izquierda expañola en la derecha española". Por ello cuando Sebastián realizó su “inocente” y procedente pregunta, una sacudida tenebrosa chocó contra los pilares de la clase dirigente de Madrid, amenazada por un freelance que, aparte de desconocer las reglas del juego, va por libre, se salta todo sentido de equipo, se pasa por el arco de triunfo a todo su partido y carece de toda elegancia, por más que sustituida de una chulería y creencia de superioridad que resulta insoportable. Su soledad ha sido tan palmaria, que ni lo que queda de IU, tanto en el sector Sabanés, como en el oficial, se han alzado voces de pregunta sobre el tema inmobiliario. Pero es que ese aspecto del problema no importa.Antes de que Sebastián concluyera su famosa pregunta la primera vez, todos, incluido Gallardón, habían ya detectado su pérfida intención. Nadie entendió que se preguntaba de urbanismo, sino que el candidato opositor escarbaba en el aparentemente solidó matrimonio del alcalde con una de las figuras más representativas de la élite capitalina. Pero destapar las vergüenzas de uno puede abrir la compuerta de un río de miserias, en el que los demás no quieren bañarse. Y además Sebastián ha cometido muchos errores, y su candidatura por eso solo ha sido un pasaporte intencionado a la nada. Su fama de déspota, despreciador y ególatra le cerró el paso al ministerio de economía. Pero eso no le arredro. Su asesoria presidencial ha convertido a La Moncloa en el centro real de decisiones económicas (ENDESA por ejemplo) inauditas, perniciosas para el país, defensoras de intereses privados y base permanente de submarinos contra el poder de Solbes. Esa actitud prepotente ha querido ser trasladada a las elecciones, donde el candidato ha trabajado con su equipo, y al margen del partido, que ha esperado pacientemente a que Sebastián se metiera solo en la ratonera y se ganara el solito el precipicio. El tiempo dirá quien gana en esta batalla.Pero la historia, o quizás la leyenda, que acabáis de leer solo es un ejemplo. Un detalle. En pocos países del mundo, democráticos me refiero, la clase política actúa de manera tan impune, tan soberbia y tan falsaria. Ya no vamos a hablar del robo sistemático que un grupo hace, a la luz del día, hurtando a la sociedad su suelo, sus bosques o sus costas. Los periódicos sacan cada día decenas de casos de corrupción urbanística. Pero no pasa nada. Conocido es el manejo que hay de subvenciones, campañas publicitarias, inauguraciones y reinauguraciones y proyectos absurdos. Y lo triste no es el delito, sino su impunidad. Y lo triste no es la actitud de “yo soy el rey y hago lo que me place”, sino el ejemplo que eso muestra al resto de la sociedad. Un breve y mísero detalle. Dos redactores de eolapaz.com, entrevistan a los candidatos a la alcaldía de Torrelavega (Cantabria), en las mismas condiciones, con las mismas peguntas, y para mostrar una información objetiva sobre programas. El último día de campaña, sin posibilidad de replica ni rectificación, uno de los partidos en liza, cuyo candidato ha sido entrevistado, buzonea un pasquín, con formato periódico, que reproduce íntegramente la entrevista que su candidato concedió a eolapaz.com, sin pedir autorización, sin citar la fuente, ni las circunstancias de igualdad en que se hizo, exponiendo que la entrevista ha sido hecha por alumnos de un colegio, y dando a entender el partidismo de ese colegio. Que no es así. Soberbio, menos elegancia es imposible. Es solo una anécdota, no se debe esbozar con el incidente más que una sonrisa de desprecio. Pero un hilo común une ambos episodios de campaña. Una clase política extraplanetaria, sumida en su mundo, que mira al pueblo, solo porque necesita su voto, para justificar el pesebre del que se alimenta, y que ha creado un mundo paralelo de sórdidos intereses, dependencias y lealtades personales, por encima de las que debe a la sociedad a la que sirve.Quizás, como decía un lector esta semana, la educación para la ciudadanía debería estar pensada para los adultos, no para los jóvenes, y dentro de aquellos, para los políticos, así tendríamos la posibilidad de que aprendieran que esta mal comprar votos en Melilla, no impedir que la gente no pueda ser libre en el País Vasco, sacar dinero del Ayuntamiento en Tiritin de la Sierra o robar la propiedad intelectual y chulearse de unos jóvenes en Cantabria.

domingo, 6 de mayo de 2007

De arboles, bosques y mentiras


“Yo no entro en batallas de barones, marquesas y faraones”. Esta frase tan lírica de Rafael Simancas, define con lucidez (ha sido casualidad) la situación que vivimos los madrileños, a cuenta de la remodelación del eje Prado-Recoletos, un enmarañado bosque que no permite ver el árbol de la mentira y la guerra sucia política, del que vivimos colgados en esta ciudad.
Es cierto que hablamos de una obra de gran trascendencia para la ciudad, que afecta a una de las zonas más significativas de la cara pública de la capital. Una obra de calado, que afecta no solo a la vida de miles de madrileños, y a la vida de decenas de árboles, sino al futuro de la ciudad, que depende en buena medida de sus atractivos turísticos. Es cierto, que al margen de la necesaria planificación y previsión de los problemas de comunicación que una urbe en crecimiento sufre, el fondo de la cuestión radica en que, queramos o no, la larga línea urbana que desde Colon atraviesa Madrid hasta el final del Prado, esta rancia y vieja. Es un Boulevard precioso, pero según que horas, inseguro, inapropiado para personas con dificultades de accesibilidad y con tendencia a la suciedad y al aspecto cutre. Algo poco apropiado para la imagen de la capital del reino. Madrid ya no es el poblachon manchego del siglo pasado, es una capital europea, lo que implica unos servicios de calidad para residentes y visitantes.
Pero tampoco olvidemos, que bajo el asfalto de Recoletos, un autentico río de mentiras y traiciones discurre a velocidad de vértigo. De un lado, el posicionamiento de la presidenta de la comunidad (según la baronesa), a favor de las tesis del museo, y, por tanto, en contra del alcalde, no es ya un rasgo de cainismo político, al que tan acostumbrados nos tienen los populares, sino una escena de porno duro. Aunque también es cierto, diremos a favor de Dª Esperanza, que entre Alberto y Magdalena, la tienen desquiciada. De otro, la pertinaz evacuación de consultas y las reverencias del alcalde a la voluntad de la aristócrata, no casan con el desprecio que a la opinión de los vecinos de otros barrios muestra el inquilino de la Casa de La Villa. Como tampoco resulta comprensible que la baronesa, y el inefable Manuel Cobo, se acusen mutuamente de no haber recibido sus envíos de planos, sugerencias, perfiles y diseños, salidos de sus despachos en noviembre pasado, y nunca recibidos en destino. Y lo que ya resulta mas propio de una película de Berlanga, o de un acto teatral de Jardiel Poncela, es el que el alcalde se escude en su incapacidad para controlar los arrebatos del arquitecto Álvaro Siza, al que, curiosamente, ahora Tita hace responsable de las irresponsabilidades de Gallardon, preso de voluntad del maleficio de Siza y Hernandez de León, los merlines cunqueirianos de esta historia.
Por empezar, y aquí tiene razón la baronesa, no entra en los parámetros de la lógica, que una carretera de tráfico denso pase junto a un museo. Pero es que en la actualidad pasan dos, y junto a dos museos, y eso ya lo sabía ella cuando se decidió instalar la colección en ese lugar. Y es que entre el boulevard del que hablamos y la fachada del Thyssen dos carriles de alta densidad someten al palacio de Vistahermosa a un traqueteo insufrible, y a una humareda insana durante 365 días al año. Eso es así, y aunque la baronesa y sus acólitos no lo reconozcan, una mísera acera, sucia y embarandillada y un muro carcelario separan al museo del torrente de vehículos. Toda la zona, de una belleza espectacular, sufre desde hace décadas un abandono y una degradación, de la que los madrileños deberíamos sentirnos avergonzados. Pero, aun asumiendo que la remodelación es inevitable, y que los planes de reordenación del tráfico y reurbanización son inaplazables, lo del alcalde no tiene nombre. Su tendencia a actuar sin contar con nadie, a omitir datos, a obrar sin consultas y sin publicidad, a ejecutar a lo grande sin mirar alternativas ni mostrar sensibilidad hacia la vida de los madrileños se ha hecho ya proverbial. La tala de árboles y el desmantelamiento de zonas verdes en la ciudad es ya parte de nuestra leyenda. No vamos a recordar aquí las actuaciones, por llamarlo de alguna manera, en la casa de Campo, el abandono del Retiro o la destrucción en el eje de la N-II o en la Sierra madrileña. Y nadie se ha escandalizado. Un paseo por la castellana, o por los antiguos depósitos del canal de Isabel II, donde un magno ¿museo?, ha convertido la zona de Plaza de Castilla en un rescoldo verde corrobora esta afirmación. ¿Qué tiene de distinto Recoletos?. Tiene que demuestra claramente que Madrid carece de un plan razonable, al menos conocido, de ordenación del tráfico a 30 años vista. De hecho ahora conocemos que desde hace años hay tres planes para la zona, entre los cuales se incluye la barbaridad de un túnel subterráneo junto al Museo. Tiene que la democratización urbanística no ha llegado a nuestro municipio aun, y como muestra la incumplida promesa de mostrar en agosto de 2006, el plan de reordenación urbana del eje Prado-Recoletos, y concretamente en una exposición en Correos. Tiene que demuestra que se sigue soslayando un hecho que Madrid deberá acometer quiera o no, la semi peatonalización de su área histórica y turística. Y tiene, sobre todo, un olor nauseabundo a batalla política. Falta poco para las elecciones, y la lucha por el poder en el seno del PP no esta aparcada desde que Gallardon se retiró de la lucha por la ejecutiva a través de su fiel Cobo. De hecho, el que Simancas ejerza de irónico, pero no intervenga, que deje que la sangre debilite al rival, es todo un síntoma de que el PSOE prefiere la ventaja a mojarse por el bienestar de los ciudadanos. ¿Y que pinta aquí la baronesa?. Ella descarta que aproveche la situación para renegociar la custodia de la colección (recordemos que una parte importante de los fondos del Thyssen no son del estado, ni están cedidos, sino que son de la baronesa). Probablemente tenga razón. Pero mucho de despecho por el trato recibido (o por no haber recibido trato, especialmente de la Casa Real), y de sondeo del mercado electoral si que hay. Resulta en cualquier caso triste comprobar como la vida de varios millones de ciudadanos vale menos que las rencillas y el juego de ambiciones entre dos dirigentes políticos. Tampoco seria tanto pedir que en lugar de contar tantas mentiras y ocultar tantas verdades, callaran, no hablaran por nosotros y no se escudaran detrás de unos cientos de árboles y unos miles de madrileños, que entre la curiosidad y la buena fe acuden a los mítines de la aristocracia. No habléis por nosotros, con que cumpláis el trabajo por el que cobráis nos conformamos. Y mientras, la oposición viéndolas venir.

Comparte en las Redes

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...